20090924

Bienvenida a Carmelo Camionero


Conocí a Carmelo hace ya unos cuantos años de una forma un tanto curiosa...

Un día cómo otro cualquiera, bueno cómo otro cualquiera no... me había fumado todas las reservas de petas y tenía la necesidad de adquirir cierta cantidad para pasar la semana con la sonrisa tonta incrustada en mi cara. Mi jornada giraba entonces en acometer esa tarea, pero el bar de siempre, el que no fallaba nunca, estaba cerrado... más bien clausurado. Con el día por delante tenía varias opciones para elegir, donde hay personas que venden y otras que compran, cómo el carrefur o el mercadona pero sin carritos...
Mi primera opción fue la plaza de Lavapiés. Una vez allí descarto la primera opción de la primera opción, esto es: un aparente transeúnte que se cruza en mi camino para ofrecerme costo. No fue por desconfianza, es que a mi me gusta hacer mis propias elecciones y no que me impongan las cosas porque sí. Tras un rápido vistazo decidí preguntar a un individuo que parecía podría satisfacer mis necesidades drogadictivas.
Comencé con un estúpido "¿Estás pasando petas?", a lo que el tipo, sin torcer el gesto, respondió "No, estoy pasando la frontera...". "¿Frontera?" pregunté incrédulo, "Sí, es que soy transportista. Voy a Francia". "¿Transportista?" incrédulo de nuevo... "Bueno, vale... soy camionero". Si amigos, era Carmelo Camionero.
Después de aquello entablamos una amena charla sentados en un banco al sol, cómo los lagartos (o cómo una par de ancianos, o viejos). Más tarde intercambiamos direcciones de correo electrónico, que es de lo más moderno que se puede hacer hoy en día.

Sin parar a reflexionar dónde había aparcado su camión Carmelo en plena plaza de Lavapiés (porqué es intrascendente para esta historia.... sino, lo contaba eh... que yo lo vi!) detengámonos sólo unos instantes en la palabra "transportista" y en cómo los camioneros la usan para tratar de esconder una profesión tan digna cómo las demás. Desconozco cuándo comenzó a usarse este seudo-eufemismo casero, pero intuyo que éste y "técnico de limpieza" nacieron en el mismo año.

Gilipolleces a parte, Carmelo no solo es camionero sino que ese es su apellido, "Camionero"... parecía estar predestinado a ello incluso desde antes de nacer. Cómo así lo estuvieron su padre, su abuelo, su bisabuelo y así, un largo camino de generaciones pasadas dedicadas al transporte.

Pero no se dejen engañar amigos, todas esas noches de soledad en la cabina de su camión de gran tonelaje le han brindado a nuestro nuevo amigo horas y horas de placentera lectura lo que le ha proporcionado una vasta cultura, a demás de dos licenciaturas (a distancia) y varios cursos de CCC.
Estoy seguro que todos, y yo el primero, disfrutaremos con sus aportaciones literarias, cuentos y demás historietas a este humilde (hasta ahora) espacio en linea.

Bienvenido Carmelo.

Creo que todos estaréis de acuerdo en que no hay mejor despedida musical que esta (aunque por otro lado... menos mal que dura poco, lo siento Carmelo... se que es tu canción fetiche pero no soporto a este tío)
Aquí va:




Don Facundo


1 comentario:

  1. la polla tio, me mola como cuentas las cosas cotidianas jajaja un saludo desde mallorca
    xen xen

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