20091007

5000


Vaya, cinco mil visitas... muchas gracias a quien se sienta con ganas de recibirlas.



A esto sólo me queda añadir un par de cosas...

- Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

José Espronceda, Canción del Pirata (fragmento)


- En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.

Miguel de Cervantes, Don Quijote de La Mancha (fragmento)


- Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. Todos los años, por el mes de marzo, una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea, y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocerlos nuevos inventos.

Gabriel García Márquez, Cien años de Soledad (fragmento)





Pues ale. en las diez mil nos vemos de nuevo...

Situacionistas y demás allegados.

1 comentario:

  1. Hola...¿¿¿Cómo estás???...ya no sé nada de tí...
    besos,
    L.M.

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