20090221

Visiones


Mi condición de melómano y pervertido inofensivo se unen estos días en una procesión de lamentos por los recuerdos que a veces recupero... sobre todo de los días en los que disfrutaba con mis incursiones a una tienda de "discos" madrileña...

Por aquellos días, días de esplendor del cedé, se apilaban en recónditos espacios de mi casa en igual número los discos que compraba y los que "tenia que escuchar" o intercambiaba con algún compañero. Esperaban a veces durante largas semanas con sus condones puestos... pacientes, sabiendo que serían dervirgados por mis oídos y después clasificados de la mejor manera posible en un laberinto infinito de estanterías hacinadas sin orden aparente... todo estaba para mi en su sitio.

Pero lo que realmente echo de menos son los días en que iba a comprar discos, ya fuese por que eran artistas españoles que me interesaban (siempre tuve la convicción de que HAY que apoyarles) o porque eran discos imposibles de "conseguir" de otra forma que no fuese el desembolso. Pero no disfrutaba con el ACTO de comprar, pues éste no era comparable al popularmente femenino arte de la "perdida de tiempo entre perchas y percheros"... yo iba sabiendo lo que quería y donde encontrarlo... 

Por lo tanto el efímero acto de la compra carecía de atractivo... éste llegaba más tarde, con suerte el establecimiento estaba lo suficientemente lleno como para disfrutar de las retorcidas y estimulantes visiones de mi mente... que escribía novelas en tres minutos. Los tres minutos que tardaba la fila antes de tener que pagar...

Si, era la proximidad de las turgentes cajeras, su juventud rockera en muchos casos, lo que alimentaba mi mente... la nutría de material y ésta no para de trabajar, de procesar imágenes mucho más sugerentes que un "playboy" desplegado... imaginando casas que no voy a reproducir porque hace demasiado tiempo de aquello (también porque Joel y/o Eric pueden estar leyendo). 

Pero aquellas novelas, relatos breves, incluso cuentos... fueron escritos realmente. Cada vez que recuerdo alguna de aquellas plácidas experiencias la tinta se vuelve fresca, la puedo oler... Y vuelvo a disfrutar; no solo de aquellas jóvenes, no solo de aquel botón olvidado sin abrochar... también intento recordar para escuchar las compras de entonces y hacer la experiencia todavía más inolvidable...




La nube "miss you"

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